Cuando los adultos acompañamos a los niños creemos que vamos despacio, pero esa velocidad quizá sea rápida para los niños.
A veces en la calle podemos ver a los padres caminando con sus hijos pequeños de la mano: observad la velocidad a la que se mueven los pies de los niños, os sorprenderá ver cómo los pequeños respetan nuestro ritmo.
Imagen https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwzgbrjjUI9x-lrhewACZD7XR3yG27pC5UAj6aMDYFIkvHiB5dPZhQ_XdEdvPrAqP47K7IqMyuCPMhmGMsMD4t-POYxc5dMEhy_jRd09yUh_4CNc6UjK9Ak9rEYPe4vtl6RhT9tYHgWQ/s1600/bebe.JPG
A veces en la calle podemos ver a los padres caminando con sus hijos pequeños de la mano: observad la velocidad a la que se mueven los pies de los niños, os sorprenderá ver cómo los pequeños respetan nuestro ritmo.
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