Existe la escuela de las certezas y la escuela de las incertidumbres.
En la escuela de las certezas, los niños y niñas hacen deberes dentro y fuera del aula, deberes basados en repetir una y mil veces una tarea hasta que se grabe a fuego en el cuerpo, nunca en el alma, pura mecánica.
En la escuela de la incertidumbre los niños y las niñas hacen preguntas, una y otra vez, hasta desmontar las verdades establecidas, hasta ensanchar sus mentes buscando el infinito.
Estoy aprendiendo a navegar en la duda y la incertidumbre para crear una escuela que no acepta verdades indiscutibles. Estoy aprendiendo a desarrollar el deseo, la madre de todos los aprendizajes.
Como estoy en una escuela inacabada, sigo aprendiendo, deseo seguir aprendiendo, y eso es lo que enseño.
En la escuela de las certezas, los niños y niñas hacen deberes dentro y fuera del aula, deberes basados en repetir una y mil veces una tarea hasta que se grabe a fuego en el cuerpo, nunca en el alma, pura mecánica.
En la escuela de la incertidumbre los niños y las niñas hacen preguntas, una y otra vez, hasta desmontar las verdades establecidas, hasta ensanchar sus mentes buscando el infinito.
Estoy aprendiendo a navegar en la duda y la incertidumbre para crear una escuela que no acepta verdades indiscutibles. Estoy aprendiendo a desarrollar el deseo, la madre de todos los aprendizajes.
Como estoy en una escuela inacabada, sigo aprendiendo, deseo seguir aprendiendo, y eso es lo que enseño.
Doy fe de ello Pablo.
ResponderEliminarEres un gran maestro y persona, sólo por ver lo comprometido e implicado que te muestras en tu profesión, sin miedo a equivocarte, a experimentar. El error nos hace humanos. Tienes claro tus objetivos, y esa es una gran virtud.